CARTAS DE ESTUDIANTES INTERNACIONALES “EPIDEMIA “ CHINA, ESTOY EN SHANGZHENG

Distribuidor M.:Fecha de publicación:2020-06-05Número de visitas:17

Eloísa, una estudiante internacional de Santo Tomé y Príncipe, ha estado en la escuela durante el brote. Ella ayudó mucho a los profesores y estudiantes en garantizar la salud y la vida cotidianal de los estudiantes. Para ello tomó un boli y un papel para relatar nos su experiencia de estos días, y también envió el apoyo y el estímulo al pueblo Chino.


Mi nombre es CABINDA MORENO DE ALMEIDA ELOISA. Me puse un nombre chino bonito:   Rosa(meigui). Soy de Santo Tomé y Príncipe. Llevo en China más de tres años. soy estudiante de posgrado. Desde mi interminable anhelo por la antigua China, hasta un sentido real de su larga cultura, prosperidad económica y unidad del pueblo, poco a poco me enamoré de China y de la política.


Las vacaciones de invierno del 2020 comenzaron en una atmósfera de tensión. A fines de enero, para garantizar la seguridad de los estudiantes en el campus, la universalidad implementó un régimen de cuarenta, tanto dentro como fuera deben registrarse, y la temperatura corporal debe medirse, y también informarse al maestro a cargo. Bajo tales circunstancias, algunos estudiantes mostraron una mentalidad indiferente, y algunos estudiantes estaban muy preocupados sobre que era lo mejor volver a sus países o quedarse en el campus.


A principios de febrero, mis padres y amigos en África me pidieron que volviera a casa, y me convencieron de que mis estudios eran importantes, pero la situacion actual en China es muy peligrosa y están muy preocupados por mí. Entiendo el estado de ánimo de mi familia, pero ahora la escuela esteriliza el dormitorio todos los días, les proporciona a todos mascarillas y desinfectante de manos, mide la temperatura corporal dos veces por la mañana y por la noche, y proporciona una alimentación adecuada. Por el contrario, el viaje de regreso a casa es largo, y las escalas de vuelos conlleva un gran peligro. Después de enterarse de lo que hizo el gobierno chino y los profesores de  Shangzheng, la familia finalmente dejó de lado sus preocupaciones.


En tres años y medio, más de 1,000 días y noches, siento una gran empatía por el pueblo chino, creo firmemente en el poder de China. Poder hablar varios idiomas es mi ventaja. Cada vez que los profesores envían avisos, recordatorios al grupo, se lo explico a los estudiantes lo antes posible. Cada vez que los estudiantes estan desconcertados o inquietos, tomo la iniciativa de contactarlos y apaciguarlos. A veces les hago llegar a los profesores las inquietudes de los estudiantes, para que estos encuentren soluciones. Junto con esto, un equipo voluntario de       estudiantes internacionales también comenzó a ayudar en actividades como: ayudar a la cuadadora en ciertas tareas, ayudar a los profesores en muchas actividades etc. Después de todo se fortalecido  un profundo sentimiento de amistad entre todos.


A día de hoy la universalidad lleva casi un mes de cuarentena , todos están en el campus , algunos pasan el tiempo en sus dormitorio mirando series por Internet, otros ocupados con la tesis de graduación. Cuando hace buen tiempo, el maestro de turno nos invita a jugar de bádminton o un paseo en bicicleta por el campus. Durante este tiempo, agradezco especialmente a los guardias de seguridad del campus, las cuidadoras y los profesores profesores de los e studiantes extranjeros. Es un trabajo duro y su espíritu intrépido ha garantizado nuestra seguridad.


2020 es mi cuarto año en China y el último año de mis estudios en política. Es desafortunado encontrarse en esta situación, pero también me siento afortunada de poder aportar mi esfuerzo en  esto.


¡Fueza Shupl! ¡Vamps  Shanghai! ¡Vamos, Wuhan! ¡Vamos, China!